Los
grandes diseñadores españoles no solo no se conforman con conquistar las
pasarelas más importantes del mundo, sino que desde hace años, durante fechas
navideñas, su escenario se traslada desde esas pasarelas hasta
el cielo de Madrid.
Unas lámparas de época cuelgan sobre la Calle Mayor y, unidas por
guirnaldas rojas, llenan de elegancia todo el espacio que cubren. Son, como no
podía ser de otra manera, de aquel que debe ser nombrado siempre que suene esa
palabra: Del rey de la elegancia, Hannibal
Laguna.
Mientras tanto, unos dientes de león vuelan
por primera vez por el cielo de la milla de oro, cada uno hacia un lugar y cada uno
con un deseo diferente. Ha sido Adolfo
Domínguez quien los
ha soplado y distribuido en forma de luz por la Calle Serrano. Es quizá un guiño a su conciencia ecológica
y el habitual uso de materias sostenibles y orgánicas en sus prendas.
Ana
Locking,
sin embargo, ha optado por algo más sobrio y sencillo: Unos tubos luminosos en
forma de estrella horizontal que aparecen tímidamente por la calle de
Jorge Juan.
La Calle Princesa la han tomado las
creaciones del diseñador cántabro Ángel Schlesser, quien
se ha inspirado para su creación, en uno de los símbolos más representativos
de la Navidad, las uvas.
Un poco más allá, en la Calle
Goya, la iluminación ha adquirido cierto acento andaluz, y es que han sido los sevillanos Victorio y Lucchino los artífices al decorar esta zona con una iluminación nueva, no antes expuesta en la ciudad. Lo han hecho con unas lámparas planas, cuya forma y estructura recuerdan a los flecos y al encaje constante en sus diseños. Unas lámparas dignas de convertirse en
elegantes pendientes de flamenca.
El cuadrado, símbolo y seña de identidad de las prendas de Purificación García, se trasladan al cielo madrileño en forma de cubos de
colores. La diseñadora gallega ha llenado con ellos La Plaza Mayor, la Plaza
de Santa Cruz, la Cava de San Miguel, la calle Esparteros y la Calle Postas.
Sin embargo, no solo han sido
diseñadores los encargados de cubrir Madrid con un luminoso manto navideño,
sino que han dejado hueco para los ya habituales en este escenario como los
arquitectos Sergio Sebastián, Teresa Sapey y Ben Busche, junto con el diseñador gráfico Roberto
Turégano.
Las calles de Velázquez y Montera son territorio de Teresa Sapey y sus formas circulares llenas de color; Ben Busche ocupa
con sus esferas Arenal y Preciados, llena
de pequeñas burbujas el cielo de Malasaña, hace aparecer a los Reyes Magos
en Gran Vía y monta un majestuoso belén en los recovecos de la puerta
de Alcalá; Sergio Sebastián
crea carpas invisibles con las formas picudas de los hilos luminosos que
cuelgan en la Plaza de Chueca
y decora Fuencarral con las bandas multicolor que recorren la
calle; Y finalmente, el diseñador gráfico conquense, Roberto Turégano se
ha encargado de la Calle más larga de la capital, la Calle de Alcalá, y ha conseguido crear, desde Cibeles a la
Puerta, no solo una iluminación sutil y homogénea, sino un ambiente
invernal que luce cada noche convirtiendo ese tramo en una de las postales más
bellas de la Navidad en Madrid.
Toca disfrutar de este desfile de
grandes firmas en forma de luz hasta el 6 de
enero, día en el que se
retirará el decorado de la ciudad. Hasta entonces… ¡Feliz Navidad!
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