martes, 28 de junio de 2011

ES CURIOSO...

Es curioso cuando intentas evadirte y bajar del mundo como Mafalda pedía, y ves que no hay salida. Que el mundo lo paran para que tú escapes. Es curioso ver como intentas olvidar y lo único que consigues es recordar minuto a minuto. Olvidas que olvidaste recordar tiempos pasados. Es curioso sentirse frágil, débil y solo, cuando solo apenas unos días creías ser el rey del mundo.

Es curioso que una de las pocas cosas que consigue que te evadas, sean unas cuantas páginas encuadernadas repletas de palabras, aquello que llamamos libro. Que aunque algunos lo tengan como pata de una mesa, para otros nos sirve de dosis y medicina para no caer en una máxima tristeza y desolación. 

Es curioso como al comenzar a leerlo notas como tu congoja disminuye y consigues evadirte en las líneas del autor. Sin embargo, parece que las palabras se van transformándose y se ordenan de tal modo, que comienzan a decir aquello que parece que debes oír. Es como si estuviesen allí por algún motivo. Para buscar tu oído y llegar a tu conciencia.  Como si hubiesen sido escritas para ser leídas en ese mismo instante. Como si hubiesen sido colocadas en esa misma página y tú debieses leerlas en ese dichoso momento, con esas mismas circunstancias, que al fin y al cabo, es lo que eres, ya lo decía Ortega.

Es curioso ir por la página 226 y encontrarse cosas como esta: “Apreciamos las cosas solo cuando empezamos a perderlas, cuando empezamos ya a echarlas de menos”. Es curioso, porque me imaginé a Gala, susurrándome al oído y repitiendo sus frases una y otra vez. 

Y en la 227 seguía… “A nosotros no nos sirve la experiencia. El dolor y el amor son siempre nuevos” “Nadie ha de detenerse más de lo imprescindible en el tiempo que le duele, pero yo me empecino en no salir de él”

Y como la protagonista del libro, también me empeciné en no evadirme y Gala consiguió que mi noche de escape del mundo, se convirtiese en una noche llena de reflexiones y pensamientos. Gala consiguió que no pegase ojo. Y es curioso cómo consiguió que después de mucho tiempo, perdiese mi miedo y me sentase a escribir.

Es curioso como unas líneas en páginas encuadernadas, a lo que llamamos libro, puedan decirte más que una persona a la que llamamos amigo. Al fin y al cabo, para algunos un libro termina siendo un amigo más.



2 comentarios:

  1. Es curiso que encuentré un blog que me haya hecho meditar tan bacano como el tuyo.

    Saluditos :)

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    1. Muchísimas gracias Jorge,
      Se agradecen éste tipo de comentarios.
      :) Un saludo!

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