Como cada año desde 1988 y coincidiendo con
el día de la Shoá (Holocausto en hebreo), miles de jóvenes judíos de más de 52
países han recorrido tres kilómetros que separan dos infiernos. Auschwitz y Birkenau.
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jueves, 5 de mayo de 2016
viernes, 31 de julio de 2015
¿Cómo buscar piso en Cracovia?
Primero de todo, tranquilos, que hay sitio para todos. Parece imposible que en una ciudad pequeña como Cracovia quepamos tantísimos Erasmus, pero cuando vives allí te das cuenta de que la mitad de los pisos de todo el centro son nuestros.
Hay dos opciones
entre las que escoger, piso o residencia, y para decidirte,
tienes que valorar varios pros y contras:
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viernes, 24 de julio de 2015
Preparativos Erasmus
Ale,
ya está. Tranquilo/a. Ya lo has encontrado. Aquí tienes toda la información que
necesitas si vas a Cracovia de Erasmus.
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lunes, 26 de enero de 2015
70 ANIVERSARIO DE LA LIBERACIÓN DE AUSCHWITZ
"Quien salva una vida salva al mundo entero", Talmud.
Dan igual los años, los meses o los días que hayan pasado
desde que uno visita Auschwitz, lo que allí se ve y lo que allí se siente, no
se olvida.
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miércoles, 24 de septiembre de 2014
Madrid quiere conocer Cracovia
Cracovia quiso conocer Madrid...
y ahora es ella la que quiere conocer Cracovia.
Últimamente me hablan mucho de ti. Dicen que eres pequeñita, pero
con un corazón enorme que no te cabe en el pecho. Dicen que respiras tranquila,
pero a ritmo poco constante. Que te alteras en verano y duermes en invierno.
Que adoras la serenidad tanto como el ajetreo y que nadie sabe combinarlos
mejor que tú.
Dicen que tus ojos están entornados y relajados, que han visto millones de historias y que muchos adoran
verse reflejados en ellos. Que miras a la altura de los ojos y que cuando los
cierras, se enciende un mundo lleno de farolas y farolillos que dejan entrever
tu arqueada silueta.
Dicen que eres observadora y que siempre mantienes las distancias.
Que eres algo tímida, reservada y que nunca, nunca pierdes el tipo. Que
prefieres la mano a los dos besos y que tienes una educación de quitarse el
sombrero.
Dicen que no usas maquillaje, que no tienes ni una arruga y que
quizá sea por eso del clima gélido y por ser hermana de Helena Rubinstein que
te conservas intacta, como si los años no hubieran pasado por ti.
Dicen que tu tolerancia a las bajas temperaturas es increíble. Que
no cambias, ni lo más mínimo tu rutina diaria a pesar de los -30 grados que
reinan fuera y que estás tan acostumbrada a la nieve, que las manoletinas
siguen en el armario de invierno.
Dicen que vestida de blanco estás increíble, que es tu vestido
“hecho a medida” y que aprovechas para ponértelo cuando menos gente puede
verte. Dichosos los que te han visto envuelta en él.
Dicen que a pesar de parecer vulnerable, eres fuerte. Muy fuerte.
Una superviviente del terror que vivió Europa por culpa de un loco bajito con
bigote. Dicen que hasta él se enamoró de tu belleza y que por eso te usó como
residencia, sin dañarte demasiado.
Dicen que tienes una memoria de elefante, que no olvidas tu
historia y que tus raíces siempre están presentes. Que apuntas lo que ocurre
cada día en tu diario y que el calendario y sus fechas importantes son una cita
obligada para ti y los tuyos.
Dicen que naciste gracias a un zapatero y no gracias a un
caballero como estaba programado y que es quizá por eso que tienes fachada de
princesa pero corazón humilde y generoso.
Dicen que eres el corazón de Polonia, la que hace latir a todos y
que aunque te arrebataron el título, para muchos sigues siendo la señorita
capital.
Dicen que eres más de carruajes que de sirenas, más de Soplica que
de Ron y que habiendo cerveza, el agua y el hielo es una excepción. Que brindas
con Nasdrovias y que tu palabra más vulgar es aquí un giro en la carretera o lo
que lucen las mujeres con un vestido apretado.
Dicen que las flores y las velas son tus eternas compañeras. Que
las llevas allá donde vas. Que te gusta tenerlas cerca y que aseguras que te
dan paz. Que tu compañero el Vístula te ha visto crecer que te ha acompañado
desde que eras pequeña y que ha vigilado siempre tu castillo de dragones y
princesas.
Dicen que eres muy poco cariñosa, pero que cuando amas, lo haces
de verdad. Que adoras dialogar y conocer otras culturas y que eres capaz de
hablar cuatro idiomas con sorprendente facilidad. Dicen que el tuyo es
imposible pero que tu sonrisa es universal y que aunque no te entiendan,
terminan cogiéndote un cariño especial.
Y por eso, por todo lo que me han contado, estoy deseando
conocerte de nuevo.
Do widzenia, Cracovia. Dziękuję bardzo.
ATT. Madrid.
jueves, 26 de diciembre de 2013
LA NAVIDAD EN CRACOVIA
Así se viste Cracovia en Navidad
Cracovia es una de las ciudades más bonitas de Europa y quien
diga lo contrario es que no ha pisado sus calles o que lo ha hecho con los ojos
cerrados.
Sus colores, sus tejados, sus
fachadas, su historia y su carácter amable, la convierten en una ciudad con un
encanto especial. El río Vístula
recorre la ciudad y separa el casco antiguo del antiguo Gueto judío. Planty rodea oldtown como si de un
anillo de pedida verde se tratase. Y Wawel,
el castillo majestuoso, gobierna sobre la cueva del dragón vigilando los alrededores.
Pero si ya era bonita antes, sin adornos, desnuda y sin nada que
esconder, imaginaos cuando Cracovia se viste de Navidad, de luces, de
adornos y se pone su vestido blanco.
EL MERCADILLO NAVIDEÑO EN LA PLAZA DEL MERCADO
Main Square, la plaza que un día fue la plaza más grande de Europa, con 40.000m2, se llena de dulces, de
artesanía, de ámbar, de cerámica y colores y, cómo no, de comida. El olor a vino caliente, a madera y a hoguera
inundan el mercado. Los pieroguis,
las salchichas, el codillo, las verduras y el queso son algunos de los
ingredientes que se preparan allí mismo para degustar en las mesas de madera
dispuestas en la plaza.
CONCURSO DE BELENES
En esta misma plaza del mercado
se celebra en Diciembre una de las
tradiciones más antiguas de Polonia; el concurso de belenes Szopka, una tradición local que ocupa
por unas semanas a toda la población Cracoviana.
Diciembre es mes de buscar
trastos viejos, materiales y detalles con los que poder realizar el mejor Belén
del año, o por lo menos el más original. En realidad, poco
importa ganar o no, lo importante es salir al desfile orgulloso de lo que uno
ha hecho con sus propias manos.
Poco tienen que ver los belenes que desfilan con los belenes que
conocemos en España. Allí, los polacos, representan la natividad dentro de
algún edificio histórico y famoso de Polonia, nada de un pesebre y un establo. El niño Jesús, María y José salen
a escena rodeados de colores, brillos, dorados, madera, papel… cualquier
material vale, pero que sea llamativo.
Niños, jóvenes y mayores pasean por Main
Square con sus obras. Da igual la edad, da igual el tamaño, da igual el color;
todos desfilan. Eso sí, las obras de los premiados se exponen durante todo el
mes de enero en el Museo de Historia, que después incorpora sus mejores
creaciones a su colección permanente.
Así es Cracovia y así se viste en
Navidad. Los belenes, la artesanía, el
ámbar, la comida, la cerveza, el vino, la nieve, el frío, la música y el arte son sus prendas de Diciembre. Una postal que nadie se debería
perder.
martes, 10 de diciembre de 2013
BREVE DEFINICIÓN DE ERASMUS
Estar de ERASMUS es un regalo. Es una oportunidad para vivir
de nuevo. Para empezar de cero y crecer en un año lo que crecerías en diez.
Estar de ERASMUS es tener privilegios, es ser burgués entre la plebe. Es ver la
vida a través de los ojos del Carpe Diem.
Ser ERASMUS es ser joven y niño a la vez, tengas la edad que
tengas. Es vivir contigo y conocerte más
que nunca. Es verte en la gente, hacer de desconocidos tu familia y de calles
que no conoces, tu casa.
Vivir un ERASMUS es una experiencia inolvidable. Una etapa
que debería ser obligatoria. Unos meses que deberían ser grabados para poder
revivirlos siempre. Un año en el que el tiempo se para y no existe reloj que
valga.
No hay “prontos” o “tardes” no hay prisas ni esperas. Hay
amigos, hay cafés, hay paseos y mucha fiesta. Hay descuentos, hay comidas, hay
cerveza y sorpresas. Hay ganas de aprender, de empaparse de cultura, de conocer
lugares nuevos y perder un poco la cordura…
Erasmus es tiempo de ser más libre que nunca, más feliz que
siempre y ser madre, hija, padre, hermana y abuela juntas. Es hora de poner
lavadoras, de cocinar lo que nunca te gustó, de comer a tus horas y hacerlo
cambiando la TV por el ordenador.
Ya no existe el fijo, ahora se llama Skype. Ya no existe el
metro, ahora se llama tram. Nada de Mercadona, ahora es Kefirek y olvídate de
buses, ahora, es todo a pie. Las distancias han cambiado y los horarios
también, aquí se come a las 12 y se cena a las 3.
Aquí no hay igualdad entre días y noches. El sol se rinde a
las 4 y se retira dejando paso, cual
caballero a la hermosa dama, de media sonrisa. Las noches duran 15 horas y los
días son efímeros. Es por eso, que aquí, los rayos de sol son como el oro y en
cuanto lucen, nadie desaprovecha el momento para salir e intentar robar unos
pocos.
El sol, el frío, el castillo, la plaza, las luces, la gente, el idioma, las calles, la comida, los precios, la cerveza, los viajes, el río, la trompeta, Grodka, Florianska... todo es ERASMUS, todo es PERFECTO.
Esto es estupendo. Esto es un regalo. Esto es un sueño. Viva
el ERASMUS y Viva Cracovia. Ea.
martes, 26 de noviembre de 2013
Auschwitz-Birkenau, la industria de la muerte.
The one who does not remember
history is bound to live through it again.
Poeta y
filósofo español Jorge Agustín Nicolás Ruiz de Santayana
A priori, 1 millón puede ser un número
más, una cifra alta o una cantidad grande. Sin embargo, cuando detrás de cada
unidad, hay una persona, una familia o una historia, esa cifra termina
convirtiéndose en algo más que un número.
1.600.000 fueron las personas
asesinadas en los campos
de concentración y exterminio Nazi de Auschwitz-Birkenau. Un millón
de judíos, 75.000 polacos, 18.000 gitanos, y 15.000 prisioneros de guerra.
No quiero, ni pienso entrar en temas
políticos, religiosos o ideológicos. Quiero hablar de personas, de
mujeres y hombres y de lo que el ser humano puede llegar a hacer.
Me da igual las razones o las excusas que
los alemanes tuvieron para hacer tal barbarie. Me da igual sus objetivos o sus
metas. Mataron a casi 2 millones de personas y destruyeron 2 millones de vidas.
Y eso, es lo único que se me pasa por la cabeza cada vez que piso Auschwitz-Birkenau.
Ya el cartel de la entrada produce
escalofríos. Arbeit macht frei “El trabajo os hará libres”
No era suficiente con exterminarles, sino
que durante la corta estancia de los presos en el Auschwitz, la ironía, la mofa y la burla estaban aseguradas. El cartel que
recibía a los miles de presos cada día les prometía que si trabajaban, saldrían
vivos de allí, cosa que nunca ocurrió.
Sin embargo, el cartel dice mucho más de lo que
podemos leer. Si nos fijamos, la letra B se encuentra dada la vuelta. Es
una B al revés. El hombre que realizó la verja, un preso del campo, sabía
lo que allí dentro sucedía. Sabía que nadie saldría de allí vivo y quiso, a su
manera, avisar a quienes entraban de que su mensaje no era del todo cierto, que
escondía algo y que no se fiaran de nada de lo que allí dentro pasase.
Un pequeño detalle que pocos, por no decir
nadie, advirtió. Podría
ser un error, un fallo del escultor… cualquier cosa, menos una advertencia.
Además, después de varios días en un vagón, sin agua, sin comida y hacinados
como animales para ser transportados a Auschwitz, pocos llegaban con las
fuerzas suficientes como para alzar la mirada y leer el cartel que les daba la
bienvenida.
Pasada la entrada, ya en el interior de la
alambrada, se encuentra el lugar donde la
orquesta de Auschwitz recibía
a los presos. De nuevo, la ironía y la mofa salían a escena. Las orquestas, una
femenina y otra masculina, estaba formada por presos y su obligación era
recibir a sus compañeros de campo con alegres canciones
estratégicamente escogidas por los alemanes. Después, los aptos para el
trabajo, iban a los barracones y los otros, los enfermos, las mujeres y los
niños, directos a las cámaras de gas. Estos últimos eran acompañados por la
orquesta para que no se pararan, no sospecharan y caminaran sin resistencia
hacia su propia muerte.
Para las SS, la música y el canto era una forma más de humillación hacia los presos, por eso, ordenaban
tocar en los momentos más trágicos; durante los fusilamientos, los castigos,
las torturas, durante el camino hacia las cámaras de gas… de este modo, cada
vez que los presos oían la música, podían intuir qué iba a ocurrir. Una forma más
de sembrar el terror entre los reclusos.
Pertenecer a la orquesta era un lujo, un
regalo. Significaba tener, al menos, más
posibilidades de salir de allí con vida. Y
aun no siendo así, por lo menos, su estancia en el campo era algo menos
inhumano. Los hombres y las mujeres pertenecientes a la orquesta disponían de
un barracón propio, con calefacción y suelo de madera para ellos y sus
instrumentos. Un lujo, un paraíso, algo impensable para cualquier preso
del holocausto. Por ello, muchos deseaban pertenecer a la orquesta, pero por
supuesto, solo los mejores y los elegidos por los alemanes llegaban a formar
parte de ella. Uno de los directores de la orquesta masculina fue Adam Kopycinski, compositor y
director polaco quien con el tiempo terminaría convirtiéndose en el director de la Filarmónica de
Varsovia.
“Todos nos miramos desde nuestras camas
porque todos sentimos que esta música es infernal. Son pocas melodías, una
docena, las mismas cada día, cada mañana y cada tarde: marchas y canciones
populares, que les gusta a todos los alemanes, se encuentran grabadas en
nuestras mentes y será lo último en el campo que vamos olvidar. Son la voz del
campo, la expresión perceptible de su locura geométrica, de la resolución de
otros por aniquilarnos primero como hombres para luego matarnos más lentamente.
Cuando esta música suena, sabemos que nuestros compañeros, afuera en la niebla,
están marchando como autómatas; sus almas están muertas y la música los
conduce, como el viento impulsa a las hojas secas y ocupa el lugar de sus
voluntades... [...]
Estas son palabras de Primo Levi, un escritor italiano,
de origen judío y uno de los pocos supervivientes
al Holocausto. Vivió diez
meses dentro del campo de concentración de Monowice,
un campo subalterno de Auschwitz. Después de la pesadilla, Levi escribió sus
vivencias dentro del campo y dio testimonio de todo lo que allí ocurría. Su
libro, Si esto es un hombre,
está considerado como una de las obras
más importantes del siglo XX.
Dejando la música a un lado, nos
encontramos con los barracones.
Con forma de establo y construidos con madera o con ladrillo, estos barracones
albergaban aproximadamente a unos 1000 presos. Dormían en literas de tres
niveles, separadas por ladrillos y donde los colchones eran unos tablones de
madera superpuestos. Y allí, donde
tendrían que dormir 3 (una persona
por cada nivel) dormían 20.
Seis personas en cada nivel de la litera, en un espacio de 1m2. Y eso cuando no
había muchos presos. Si llegaban muchos deportados, la cifra aumentaba y en
cada litera “dormían” 45 presos.
No quiero detenerme mucho en las cifras.
Simplemente intento imaginar como 45 personas dormían en una misma litera, bajo
techos inestables llenos de goteras, en un barracón sin suelo, con 17 ventanas
de las cuales solo se podían abrir 2 y con el cielo
gélido de Polonia ahí fuera,
amenazando con -30 grados en invierno.
Sin embargo, dentro del infierno, había un
barracón que era sin duda el más temido. Era el del bloque 10, el Barracón Médico. En él,
trabajaba Josef Mengele, o más conocido como “el ángel de la muerte”.
Mengele experimentó sin cesar con mujeres y niños. Por un lado, quería
conseguir la esterilización de
las mujeres judías, para así extinguir la especie, y por otro lado,
multiplicar la raza alemana experimentando con mujeres para ser propensas a
tener gemelos.
Cientos de experimentos científicos fueron
probados en las pieles de esas mujeres y niños. Daba igual lo peligrosos,
arriesgados o sádicos que fueran esos experimentos. En Auschwitz nadie era
considerado persona. Eran números,
individuos sin vida, judíos que estaban condenados a la muerte por el
simple hecho de haber nacido judíos o tener ascendencia judía.
Alexander Vera, un prisionero judío,
describía así uno de los experimentos más aterradores que Mengele realizó:
“Un día Mengele trajo chocolate y ropa
limpia a unos niños. Al día siguiente, un hombre de la SS, siguiendo
instrucciones de Mengele, se llevó a dos hijos de la familia, Guido y Nino, de
unos 4 y 2 años. Tres días después, el hombre de la SS los trajo de vuelta en
un estado espantoso. Habían sido cosidos juntos como hermanos siameses. El niño
estaba cosido a su hermano por la espalda y las muñecas. Mengele había cosido
sus venas juntos. Las heridas estaban muy sucias y había un fuerte olor a
gangrena. Los niños gritaron toda la noche. De alguna manera su madre se
las arregló para hacerse con morfina y poner fin a su sufrimiento”.
Son cientos los ejemplos que existen de
condiciones infrahumanas y barbaries que el imperio Nazi cometió en Auschwitz. A cada paso que damos,
cuando caminamos por Auschwitz o Birkenau, la crueldad aumenta y es casi
inexplicable e incomprensible imaginarse lo que allí, entre esas vías de tren
ocurrió.
Las cámaras de gas siguen allí, algunas
destruidas y es horrible pensar que entre esas paredes murieron ahogados miles
y miles de personas, sin voz ni voto, mujeres, ancianos, niños y niñas.
Todos sabemos qué pasó en Auschwitz, todos
sabemos las condiciones en las que vivían, si llegaban a vivir, claro, y todos
podemos imaginar, aunque ni una milésima parte, el sufrimiento y el horror que
los presos del holocausto vivieron entre esas alambradas de 4 metros de alto y
electrificadas. El imperio Nazi construyó Auschwitz y los demás campos de
concentración y exterminio y creó con ellos la gran industria de la muerte.
Todo lo que podía aprovecharse de un ser humano, lo aprovecharon. Todo lo que
se podía hacer con un ser humano, lo hicieron. Todo, y nada bueno.
Ninguna entrada de blog, ni muchas
palabras juntas van a poder describir todo lo que se ve y todo lo que siente en
Auschwitz. Por eso, prefiero dejar algunas fotos y recomendar a todo el que
tenga la oportunidad a ir a ver esta parte de la historia de la humanidad con
sus propios ojos, pisando el suelo que muchos pisaron descalzos años atrás y
viendo lo que la raza humana es capaz de hacer cuando el poder y la soberbia se
apoderan de ella.
So, remember: The one who does not remember history is
bound to live through it again
Aquel que no recuerda la historia, está condenado a repetirla. Por lo que es importante no olvidar los errores cometidos, para no volverlos a repetir.

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viernes, 18 de octubre de 2013
Arte urbano en Cracovia
Es genial viajar y ver como el arte urbano no entiende de
fronteras. Da igual el país, ciudad o pueblo que elijas de todo el globo, que estoy
segura, que allá donde vayas habrá una pincelada de arteubano, un graffiti o
una plantilla en la pared.
Es una forma de
expresión tan antigua como Atapuerca, ellos fueron los primeros en pintar las
paredes y hoy tales “pintadas” se conservan como una reliquia; como un
auténtico tesoro. Por ello; por su
antigüedad, su significado implícito, su rebeldía y su forma de asemejarse a un
grito pintado en la pared que quiere llegar a todos los viandantes, allá donde
vayamos, elijamos el rincón que elijamos, habrá un trocito de arte urbano.
Polonia no iba a ser una excepción. Y mucho menos su antigua
capital: Cracovia.
Bañada por el río Vístula, Cracovia ha sido una de las
ciudades más relevantes del país durante toda la historia. Su cultura, su
economía y su arte, son los pilares de una sociedad que no deja indiferente a
nadie que pasa por ella. Tanto, que en 1978 la UNESCO declaró el centro
histórico de la ciudad, Patrimonio de la Humanidad.
Pero dejemos a un lado los datos históricos, tengo muchos
meses por delante para hacer una entrada con todos los datos interesantes de
esta ciudad (El barrio judío, Auswitch,
El Castillo, Juan Pablo II, leyendas, tradiciones…)
Hoy toca una dosis de esas de arte urbano. Hoy toca
recopilar aquí todo lo que me he encontrado, en tan solo tres días, por las
paredes del antiguo gueto judío, el famoso barrio de Kazimierz.
Uno de los primeros que encontré fue este trololololo en la
pared de la fachada del primer piso en el que estuve instalada. No estuvo mal verlo
cada mañana durante esos primeros días difíciles en un país nuevo.
Esta fachada alberga lo que parece un poema, pero no me preguntéis
qué significa porque no tengo ni la menor idea. Eso sí, no descarto utilizar el
zoom del editor e ir traduciendo palabra a palabra. Si hay algún voluntario que
se preste a hacerlo y a deleitarnos con la traducción en un comentario en este
post… Estaremos eternamente agradecido :P
La siguiente foto es una de mis preferidas. Está cortada
porque debí borrar la original y guardé la que colgué en instagram. Aun así, me
parece genial. Es un coche antiguo tuneado, lleno de flores y de colores, y
forma parte de una galería que se encuentra en pleno barrio judío, rodeado de
bares llenos de velas, galerías de arte y tiendas artesanales. Es… la Malasaña
de Cracovia.
Las dos fotos que vienen a continuación están tomadas en el
puente de los enamorados de Cracovia. Como ya en muchos países, los candados se
han adueñado de las rejas del puente y residen allí silenciosos durante el
tiempo que les dejen, como símbolo de amor, amistad o promesa eterna. Una
iniciativa que, he de reconocer, me encanta.
Y a continuación os dejo las demás fotografías de arte
urbano Cracoviano. Murales enormes, plantillas pequeñas, piezas en 3D… Aquí hay
de todo, y todo aquello que vaya encontrando, os lo iré dejando por aquí. Que
no falte el arte urbano ;)
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