Vestido de Chanel. (Años 50-60)
La moda tiene un papel
importante en la sociedad. Y ésta vez, tiene más papel que nunca. El
corte-inglés del campo de las naciones, nos ofrece un recorrido a través de la
historia, las formas, las diferentes culturas y diseñadores. Desde el siglo VI
hasta nuestros días, pasando por el lejano oriente y terminando con grandes
diseñadores de la actualidad como Dior o Chanel.
La exposición cuenta con
40 vestidos confeccionados a tamaño real y realizados exclusivamente con papel.
Chaquetas, bolsos, faldas, complementos… Todo papel.
Bolso de Chanel confeccionado con papel. Año 1956
Uno de los diseños de la
exposición, es este ejemplo del siglo XVIII. Muy Rocococó, propio de una época
en la que la ostentación era siempre poca y donde todo, desde joyas, plumas o
brillantes, tenían cabida.
Rasos, volantes,
madroños, bordados y la inseparable mantilla. Este conjunto, no podría ser otra
cosa que un vestido de Goyesca, el cual consigue fundir lo aristocrático con lo
castizo del Madrid antiguo.
En primer plano, vemos
un modelo de Fortuny, hijo del pintor Mariano Fortuny. Hijo de pintor, siguió
el oficio de su padre, pintando y además interesándose por la fotografía y la
moda. Este diseñador, fotógrafo, pintor y escenógrafo irradió a Europa con sus
diseños refinados, muy femeninos que prescindían de corsés y formas opresoras
para la mujer. Rupturista y vanguardista, se inspiraba en la antigua Grecia, de
hecho, se cuenta que este vestido nació de la fascinación de su mujer por el
famoso Auriga de Delfos.
Detrás vemos un ejemplo
del estilismo de los años 20. Después de la primera gran guerra, se adopta un
nuevo modo de vivir y las mujeres lo plasman en su forma de vestir. Las prendas
se acortan, las piernas se enseñan por primera vez, desaparecen los corsés y la
cintura se deja suelta. El pelo se acorta también y los vestidos plasman la
libertad que las mujeres empezaron a tener. Indudablemente, felices años 20.
Ni la propia Coco Chanel
hubiese imaginado nunca, que uno de sus diseños más famosos, iba a estar hecho
en papel. Y no como boceto, sino hecho a tamaño real simplemente con papel de
diferente color y textura. Es uno de los diseños, que no hace falta mirar la
etiqueta para saber que es de Chanel. Hasta el mas mínimo detalle grita su
nombre. El tejido de lana cheviot, el contraste de colores y la pasamanería,
los botones dorados y sin duda el detalle del bolso acolchado con cadena
dorada, clásico de Chanel.
Viendo vestidos como
este, parece mentira que estén hechos solamente con papel. Es un diseño de
Balenciaga de la colección primavera-verano del año 1964. Debajo un vestido
blanco, de seda, sin costuras lo que hace que sea amplio y con vuelo. Encima,
un abrigo de noche laboriosamente trabajado con flores de organza. Todo un
homenaje que Balenciaga hace a la primavera y lo femenino.
Y como decíamos, esta
exposición es un recorrido por la historia, y qué mejor ejemplo que unas
meninas del barroco español. En primer plano vemos la infanta Margarita, hija
de la reina Mariana de Austria y Felipe IV, y detrás un vestido de 1660. De
nuevo vemos como destaca la ornamentación y los brillantes. Debe ser cosa de la
época.
Cuarenta diseños como
estos, son el ejemplo de que la moda puede estar en cualquier lugar y que no
requiere de telas de lujo de 4 cifras el metro, sino que con unos cuantos
pedazos de papel, se puede hacer MODA.
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