"Quise
hacer dos cosas: Quise mostrar lo que había que corregir;
quise
mostrar lo que había que apreciar" Lewis Hine
quise
mostrar lo que había que apreciar" Lewis Hine
Lewis Hine nace en Wisconsin en 1874. Estudió sociología y ejerció
como profesor en la Ethical
Culture School, donde animaba a sus estudiantes a utilizar la fotografía como un medio educativo.
Entre 1904 y 1909, acompañado de ella y algunos
alumnos, viajó a la isla de Ellis, donde, a través de su objetivo, mostró la
realidad de los inmigrantes que llegaban a Estados Unidos en
busca de una oportunidad. Es en ese preciso momento, cuando
Hine cayó enamorado de la fotografía y supo que su vocación era el fotoperiodismo.
Su trabajo supone un importantísimo material documental del tránsito del siglo XIX
al siglo XX, sobre todo en un ambiente industrial. Ninguna de sus fotos es
banal, sino que en todas y cada una de ellas narra algo. Muchas, destacando aquellas realizadas en las
primeras etapas, están enfocadas a denunciar la situación del trabajador y erradicar el
trabajo infantil.
Pero Hine no solo tomaba la imagen, sino que era
parte de ella y acompañaba a los protagonistas en su vida diaria. Su preocupación por la realidad social de
esos inmigrantes hizo que fuese más allá de las fronteras de la isla de Ellis y
se metiera en las viviendas insalubres de los fotografiados, sus costumbres,
sus condiciones de trabajo…
Le obsesionaba
transmitir historias individuales. No
quedarse en la imagen de aquella persona sino interactuar con él, seguir su
recorrido y contar su historia. Continuar narrando con la imagen.
Es eso quizá, una de las claves que explican la
fuerza de sus imágenes: Retratos frontales, tomadas a la altura de los
ojos, donde las miradas entre fotógrafo,
cámara y fotografiado se cruzan.
Más tarde, tras la primera Guerra Mundial, Hine
viajó a Europa acompañado de su cámara para dar testimonio de las duras
condiciones de los refugiados y desplazados por la guerra, lo que ayudó a que La Cruz Roja obtuviese
subvenciones para una labor
humanitaria.
En 1919, regresa a Nueva York y vuelve a
centrarse en el mundo laboral, pero esta vez desde un punto de vista más
positivo, viendo al trabajador como parte esencial de la máquina. Un ejemplo es
la fotografía “Mecánico de una central” de 1920, en la que aparece el trabajador como centro, corazón y
alma de la máquina.
Su carrera como fotógrafo culmina con el
reportaje del Empire State, entre 1930 y 1931. Los encuadres son forzados y
buscaba cualquier medio para encontrar la mejor fotografía. Para tomar algunas
de ellas se hizo descolgar sobre la Quinta Avenida a 400 metros de
altura. Quería mostrar como “las ciudades no se construyen solas, sin tener detrás el cerebro y
el sudor de los hombres”
En los últimos años de su vida Hine, habiendo plasmado durante toda su vida las desgracias e injusticias ajenas, terminó convirtiéndose en una de sus fotografías y acabó dependiendo de la beneficencia, hasta que finalmente en 1940 murió en la más absoluta pobreza.
La fotografía de los trabajadores almorzando en una viga...NO ES DE LEWIS HINE...es increible que se reproduzca este error una y otra vez. EL edificio en construción en esa foto es el Chrysler no el Empire State......Hay mucha información sobre esto hace años.
ResponderEliminar