Como ya dije una vez… “Es genial viajar y ver cómo el arte urbano
no entiende de fronteras. Que allá donde vayas, elijas el rincón que elijas del
globo, habrá un graffiti, un mural, una plantilla o alguna pega por algún lado”
Hace unos meses, en Diciembre más concretamente, unos amigos
y yo decidimos viajar a Worclaw (pronunciado ‘Brotsuaf’. En español; Breslavia)
una pequeña ciudad de Polonia a unas 3h de nuestra querida Cracovia.
Allí nos encontramos con una plaza preciosa, llena de color,
adornada con motivos navideños, con un mercadillo lleno de artesanía y comida,
con chocolate caliente, cerveza, vino, árboles de navidad enormes, esculturas
de hielo, atracciones para los niños, luces, música… Una ciudad con un encanto especial y llena de sorpresas.
Y entre tanto, como siempre, mi Canon no pudo evitar estar
al acecho y buscar restos de arte urbano en las paredes. Y sin ton ni son, en
medio de un free-tour, acabó encontrándose con éstas maravillas.
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