
East Side
Gallery, se encuentra en la calle Mühlenstraße del distrito Friedrichshain-Kreuzberg,
y supone algo más de un kilómetro del muro original de lo que un día fue el
muro de Berlín, apodado por algunos, el muro de la vergüenza.
1316 metros
que en 1990, un año después de la caída, fue intervenido por más de 100 artistas
de 21 países diferentes con 103 murales. Un muro que ya no es frontera, sino un
lienzo lleno de color donde abundan las frases de esperanza, los homenajes a la
libertad y los recuerdos de aquello que no ha de repetirse.
Uno de los
murales que más fotografías acapara es el famoso “Beso fraternal” del artista
ruso Dimitri Vrubel. Éste, quiso dejar plasmado en el muro la polémica imagen
que protagonizaron los líderes comunistas Erich Honecker, de Alemania
Oriental, y Leónidas
Breznev, de la Unión Soviética, durante el 30 Aniversario de la República Democrática Alemana.
Y aunque se
conoce como “The brotherhood kiss”, realmente la obra se llama “El beso de la
muerte”. El artista ya avisaba de que de ese beso no iba a salir nada bueno. Un
beso de esos que ahogan, lleno de pasión pero sin conocimiento. Por ello, bajo
la famosa imagen se puede leer: Mein Gott
hilf mir, diese tödliche Liebe zu überleben "Dios, ayúdame a
sobrevivir a este amor letal".
Y no puedo terminar ésta entrada sin mencionar a Thierry Noir, el primer “artista” que pintó el muro de Berlín. Cansado de ver todos los días el gris desde de su ventana, decidió salir con sus pinturas y darle un poco de color. Hoy, su intervención es la que más espacio ocupa en el muro.
Thierry,
nació en Lyon pero se mudó a Berlín en 1982 porque tal y como asegura en una
entrevista a StreetartLondon, no encontraba su lugar en Francia. Atraído por
las vanguardias, la música y las revoluciones que en ese momento estaban
teniendo lugar en Berlín, Thierry lo tenía claro, Berlín era su lugar.
Nunca
antes se vio atraído por el arte, asegura, pero al llegar y ver que todo el
mundo que conocía era artista… él terminó denominándose así mismo como tal.
“I started to remark in West Berlin that
everybody I met was an artist. So I thought, what a great city – I never met
one artist in 20 years in Lyon, and now in one week I have already met 20
artists. I said to myself lets continue in this way; somebody asked me ‘Are you
and artist?’ and I said ‘yes”
Vivió dos
años en una casa muy próxima al muro y
confiesa que fue muy duro psicológicamente despertarse y ver eso cada mañana. Por
eso y para demostrar que era más fuerte que el muro, cogió sus pinturas y le dio
color al cemento gris.
Así lo
describe él en la entrevista:
“It was really aggressive to live so close to
the wall. Nothing happened really, but at the same time a lot happened, because
this melancholic life was very aggressive against the brain. I thought I was
getting a little bit crazy with this life by the wall, and 2 years after, in
1984, I decided spontaneously to start to make something on the wal” It was
like a delivery, to show that I am stronger than the wall;
Dos historias sobre dos murales, pero un muro con millones de historias a cada lado.
East Side
Galley, un rinconcito de Berlín lleno de arte, historia, grafiti, memoria y libertad. En mi opinión, el museo más bonito que Berlín puede
ofrecer.